Si sus ojos brillan, el mundo se apaga...
ya no quedará brisa en la mañana
ni luz que ilumine tu cara.
Impredecible que la luna
acune tu cuerpo hasta el alba,
no necesito palabras,
solo tus ingenuas miradas...
Eterno el cielo que tus manos alcanzan
pero siempre siento... que solo mirarte
no basta.
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